• Inicio
  • Blog
  • Crianza respetuosa en la era digital.
Crianza respetuosa en la era digital.

Crianza respetuosa en la era digital.

Desde el mismo momento en el cuál nos enteramos que nuestro hijo o hija viene en camino, y en algunos casos mucho antes, se empiezan a suceder un montón de interrogantes en nuestra cabeza y sentimos el peso de la responsabilidad que este nuevo desafío conlleva. Poco importa si es el primer hijo; cada uno de ellos, por su individualidad y por nuestra perspectiva y disponibilidad, representa nuevos retos. 

La gran mayoría de estas cuestiones que empezamos a plantearnos, se reducen a una gran pregunta: cómo vamos a criarlos

La definición básica de crianza hace referencia a la alimentación que recibe un bebé (o niño) hasta que pueda valerse por sí mismo; y en algunos casos agrega, para que tengan un crecimiento y desarrollo adecuados. 

Afortunadamente, impulsados por estudios psicológicos, pedagógicos y sociológicos, y en pos de dar cobertura a los Derechos de los niños, niñas y adolescentes, dicha definición ya  no alcanza. 

Hoy en día consensuamos, bastante generalmente, en que la crianza no solo se trata de brindar alimentos para que los niños puedan crecer y desarrollarse, sino que debe hacerse en un marco de acompañamiento, libertad, presencia, educación y sin violencia; tornándose un proceso respetuoso para con la individualidad del niño y positivo en cuanto a potenciar su propia singularidad.

Define UNICEF a la crianza positiva como el conjunto de prácticas de cuidado, protección, formación y guía que ayudan al desarrollo, bienestar y crecimiento saludable y armonioso de las niñas, niños y adolescentes. Y agrega que, el uso de la educación respetuosa no significa promover un estilo de crianza permisivo ni renunciar al papel de autoridad; significa respetar la dignidad de la niña, niño y adolescente en todo momento con límites claros

Hasta aquí, la teoría: tenemos una idea, más o menos, acabada respecto de todo aquello que significa criar a nuestros hijos. E inconscientemente, empezamos a pensar en el segundo paso: llevarlo a la práctica; abriéndose allí un montón de interrogantes y frentes a los cuáles poner atención.

Me atrevo a decir que empiezan a aparecer, entre muchas otras, algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿cómo voy a acompañar mientras sea bebé?
  • ¿Tomará teta o leche de fórmula?
  • ¿Cómo puedo estimularlo para que vaya alcanzando hitos de desarrollo como girar o gatear?
  • ¿Qué tipo de alimentación le ofreceré y de qué forma?
  • ¿Qué controles médicos tengo que cumplir?

Incluso, cuando cerramos los ojos e imaginamos el futuro, podemos llegar a preguntarnos: 

  • ¿Cómo le enseñaré a hablar o a lavarse los dientes?
  • ¿A qué tipo de colegio irá y por cuántas horas?
  • ¿Qué actividades extracurriculares le propondré?
  • ¿Cómo lo ayudaré a construir relaciones con otros?
  • ¿Cómo pondré límites?

Hasta quizá, llegamos a pensar en ¿Cómo manejaré la situación cuando quiera ir a bailar o pasar la noche en la casa de un amigo?. Infinitas preguntas para empezar a construir, de alguna forma, nuestra identidad como padres.

El asunto aquí es que con nuestro chip seteado en nuestra propia crianza, no hace tanto pero en una era mayormente analógica, obviamos abordar las cuestiones inherentes al contexto digital. Soslayamos su importancia o confiamos en la supuesta habilidad de nuestros hijos para manejar la tecnología, negándonos a reflexionar qué nuevos temas tenemos que abordar al momento de criar y obviando lo estrictamente vinculante que resultan las nuevas tecnologías (y su uso) en el desarrollo, crecimiento y bienestar de los menores.

Pensar en crianza en la era digital, entonces, tiene como fin consensuar intrafamiliar y socialmente, el conjunto de valores, conocimientos, recursos y herramientas de las cuales vamos a nutrir a nuestros hijos, a fin de que ellos puedan acceder, a conciencia, al uso de las nuevas tecnologías en un marco de seguridad y forjando su ciudadanía digital.

Por ello, personalmente, creo importante que dejemos de hablar sólo de crianza, crianza respetuosa o crianza digital; como si cada uno de esos asuntos fuera un aspecto individual a considerar. Y por el contrario, atendiendo el contexto, empecemos a hablar de un concepto único y abarcativo, la crianza respetuosa en la era digital; que nos permita acompañar un desarrollo integral.

 

Créditos de la imágen: Freepik

Te puede interesar
Cerrar X